top of page
Buscar

Aprendiendo búlgaro: Un poco de historia

  • Foto del escritor: Luis Vera-Tudela
    Luis Vera-Tudela
  • 7 ago
  • 4 Min. de lectura

Para el hispanohablante que visita Bulgaria, dominar el idioma búlgaro (български език, balgarski ezik en búlgaro) se presenta como un desafío formidable. No sólo es un reto en si mismo aprender el alfabeto cirílico sino también los fonemas particulares del idioma, sobre todo si uno habla la versión americana del español, la que no distingue la b labial de la v dentilabial.


Muchos búlgaros suelen estar orgullosos de su larga y rica historia. Si aprender un idioma extranjero te invita a reflexionar sobre las reglas de tu idioma materno, aprender búlgaro te invitará también a conocer mejor su historia tanto como la del sureste de Europa. Comprender su trayectoria no solo facilita su aprendizaje, sino que también ofrece una ventana a la compleja historia de los Balcanes. Y si conoces búlgaros, y les comentas lo que sabes y les haces preguntas, harás buenos amigos y escucharás muy buenas historias.


La historia escrita del búlgaro comienza en el siglo IX con la creación del alfabeto glagolítico por los santos Cirilo (Кирил, Kiril en búlgaro) y Metodio (Методий, Metodiy en búlgaro). El alfabeto glagolítico es anterior, basado en el alfabeto de letras minúsculas griegas, y no igual al cirílico. Ese alfabeto fue diseñado para traducir textos religiosos al eslavo de la zona de Salónica, actual noreste de Grecia, dando origen a lo que hoy conocemos como el Antiguo Eslavo Eclesiástico (старобългарски език, starobalgarski ezik en búlgaro), la primera lengua eslava escrita.

ree

El Antiguo Eslavo Eclesiástico se basa en gran medida en los dialectos búlgaros de la región de Salónica, lo que subraya la importancia de Bulgaria en la cristianización y alfabetización de los pueblos eslavos. Su alfabeto llevaba las letras minúsculas griegas con giros donde fuese necesario introducir fonemas que no existen en el griego. A mi me parece de díficil lectura y por suerte no tuvo mucha aceptación por la gente de aquella época. El alfabeto cirílico posterior, creado por discípulos de Ciril y Metodio, es más fácil de leer y permite todos los fonemas del idioma búlgaro, por su naturaleza fonética se lee tal como se escribe.


En aquella época, la biblia estaba sólo traducida del hebreo al latín y al griego. La zona búlgara estaba dominada por la tradición litúrgica griega. El griego era la lengua franca religiosa de la zona y antes de la traducción de la biblia al Antiguo Eslavo Eclesiástico, éste se usaba para las misas y actividades religiosas. Boris I, gobernaba Bulgaria y decidió unir a los búlgaros, a los eslavos y demás pobladores de la región bajo una sola lengua y religión. Convertido al cristianismo oriental en el año 865, su influencia es tan grande que es reconocido como santo por las iglesias cristianas de oriente y occidente. La creación del Antiguo Eslavo Eclesiástico fue el paso anterior a la formación de la lengua búlgara, un paso muy importante en la formación de la identidad búlgara.

ree

El búlgaro comparte muchas características con otras lenguas eslavas, y uno puede entenderse con quienes usan el serbocroata y casi al completo con quienes hablan el macedonio, ya que con el último comparten mucha historia en común. Muchas veces la búsqueda de diferenciarse entre pueblos tan cercanos, es visto con cierta ternuna e incomprensión por los que venimos de tan lejos. Hay mucha historia de por medio.


Pero el idioma búlgaro también presenta particularidades que lo distinguen. Una de las más notables es la ausencia de casos gramaticales, como en el ruso o el polaco, y eso lo acerca un poco a lenguas no eslavas como el rumano. Esta simplificación en la declinación de sustantivos y adjetivos es una ventaja para los hispanohablantes.


Además, el búlgaro se distingue por la ausencia de infinitivo en los verbos, utilizando en su lugar oraciones subordinadas. Por ejemplo, para decir quiero comer, se diría Искам да ям (iskam da yam en búlgaro). Su sistema verbal es complejo, con múltiples tiempos pasados y un modo evidencial que expresa si la información es de primera mano o se ha oído de otros.


Por otra parte. el uso de artículo definido pospuesto, que se adjunta al final de la palabra, es de raro uso y cuesta esfuerzo aprenderlo. Por ejemplo, книга (kniga, libro en búlgaro) se convierte en книгата (knigata, el libro en búlgaro). Algo compartido con el macedonio, con el que tiene una relación muy estrecha, a menudo considerada casi como un dialecto mutuo.


Para el hispanohablante, el principal desafío inicial es el alfabeto cirílico (Кирилица, Kirilitsa en búlgaro). Quienes han estudiado ciencias o ingeniería tienen mayor facilidad para reconocer algunas letras que se comparte con el alfabeto griego. Una vez superada esta barrera, la ausencia de casos gramaticales es una gran ventaja. Uno progresa rápido y se comunica en asuntos sencillos. La pronunciación presenta algunos sonidos no existentes en español, y causará algún inconveniente divertido. Sin embargo, los hispanohablantes, al usar los mismos fonemas que el griego, solemos tener un acento ligero al hablar búlgaro, y eso resulta en nuestro favor al integrarnos.


 
 
 

Comentarios


bottom of page