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Vivir en Bulgaria: Una introducción

  • Foto del escritor: Luis Vera-Tudela
    Luis Vera-Tudela
  • 5 ene
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 6 ene

Bulgaria es el país más antiguo de Europa, fundado en el año 681, el país nunca ha cambiado de nombre. Ubicado en la región que une Europa y Oriente Medio, Bulgaria tiene una historia milenaria y una rica mezcla de tradiciones occidentales y orientales. Cruzado por cadenas montañosas, ríos y amplios valles cerca del mar, el país tiene paisajes naturales impresionantes. Es parte de la Unión Europea, y miembro de la zona Schengen. Además, tiene una tasa de cambio fija de su moneda, el León, en relación con el Euro y un costo de vida asequible. Son muchas razones las que convierten a Bulgaria en un destino atractivo para quienes buscan algo más que una visita turística.


Aquí hago una pequeña introducción a las perspectivas que consideré para escoger Bulgaria como destino. En otros posts, profundizo los aspectos que más me gustan. Esta es una opinión y no una revisión exhaustiva.


Bulgaria como destino turístico


El país es un destino turístico que suele sorprender a los que visitan por primera vez, normalmente sin expectativas claras y con bastantes prejuicios por la poca información que existe. Sin embargo, la diversidad geográfica y climática, la autenticidad y riqueza cultural, y unos precios asequibles lo hacen un destino con muy buena relación calidad-precio.


Su geografía incluye cadenas montañosas, largas playas de arena y vastos valles con girasoles y rosas. Las montañas de Rila, Pirin (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), y los Balcanes son ideales para el senderismo y los deportes de invierno, mientras que las costas del Mar Negro son espectaulares para los amantes del verano. Mi región preferida es la bahía de Burgas.


Al ser uno de los países más antiguos de Europa, no es raro tropezarse con sorprendentes joyas arqueológicas en lugares insospechados. En Plovdiv, por ejemplo, uno puede caminar por el bulevar principal de la ciudad, tomarse un café, mirar tiendas y luego descrubrir que está sobre los restos de un estadio romano. H&M tiene, literalmente, una exposición arqueológica. Al final de la misma calle está la mezquita Djumaya, y frente a ella uno puede descender a los restos de parte de la tribuna del estadio romano. Similares e impresionantes cosas podrían decirse de la capital Sofía, donde hay edificios de estilo comunista cerca de iglesias, mezquita, sinagoga y ruinas romanas en un mismo barrio.


Los lugares históricos más emblemáticos son el Monasterio de Rila, la iglesia Boyana y el valle de los Reyes Tracios. Sin embargo, si yo tuviese que escoger un solo sitio para descubrir Bulgaria, visitaría y me perdería en el centro de Plovdiv. Luego de disfrutar de la filosofía de vida aylyak, uno puede visitar los demás sitios en los siguientes viajes.


El monasterio de Rila
El monasterio de Rila

Es impresionante sentir que las tradiciones búlgaras están vivas, arraigadas en la vida cotidiana, y si uno coincide con las fiestas, se sorprende por la participación activa de los locales. Algunas celebraciones son: el Kukeri, donde personas con disfraces elaborados espantan a los malos espíritus; el festival de Zheravna, donde se vive tradiciones del pasado cantando y bailando varios días; y la Martenitsa, un ritual que celebra la llegada de primavera compartiendo con los amigos.


La comida búlgara es un placer por su variedad, que tiene de oriental y de mediterránea. Desde el famoso yogur búlgaro, considerado el mejor del mundo por sus propiedades, hasta platos tradicionales como la banitsa (pastel de queso) y la shopska salata (ensalada tradicional), la gastronomía de Bulgaria es una experiencia por sí misma.


Los vinos búlgaros, especialmente los de las regiones de Melnik y Tracia, son altamente valorados y complementan cualquier comida. La variedad de vino Mavrud es original de la región y encaja perfectamente con los quesos y la comida tradicional.


Bulgaria es uno de los destinos más económicos de Europa, no sólo por el costo de vida local sino porque es poco conocida, lo que significa que se puede disfrutar de experiencias reales de alta calidad sin gastar mucho. Yo solía imaginarla como en la fase inicial de su desarrollo turístico, mirando las experiencias de Grecia y España luego de entrar en la Unión Europea. Ahora la veo como en una etapa intermedia.


Desde alojamientos boutique hasta tours personalizados, el país ofrece una excelente relación calidad-precio, pero ya veo más exposición de turismo en masa, sobretodo en la costa en verano. Hay que tener cuidado con algunos taxistas que alteran los taxímetros (aeropuerto de Sofía, por ejemplo). Aunque el inglés no de uso diario, encontrarás personas que entienden ruso, alemán y a muchos -sobre todo los jóvenes- les encanta la cultura hispanoamericana. Los locales hacen un esfuerzo bienintencionado para dejarse entender.


Bulgaria como destino laboral


Para aquellos que buscan nuevas oportunidades laborales, el país también tiene mucho que ofrecer. Sobre todo por el crecimiento económico que atrae inversores extranjeros de empresas occidentales. Sin embargo, la emigración y la baja tasa de reposición poblacional son un desastre demográfico y un reto económico para la sociedad búlgara.


El nearshoring en tecnología, manufactura y servicios, sigue creando oportunidades de empleo debido a múltiples condiciones de ventaja competitiva. En muchos sectores especializados los beneficios laborales son comparables o de nivel internacional. Otra área de gran crecimiento, pero con diferentes condiciones, es la subcontratación para trabajar en call-centers, los que sirven a empresas en otros países en su idioma original. Una visita por un centro comercial, o el centro de una de las principales ciudades, nos haría sentir el crecimiento del país y su cercanía a cualquier ciudad cosmopolita Europea, en gran contraste con la vida pausada, casi detenida en el tiempo, de las ciudades más pequeñas.


El sector tecnológico está en aumento, y es donde tengo experiencia personal. Sofía, en particular, es un hub tecnológico en Europa del Este, con empresas internacionales y startups que buscan talento. Cualquier lunes por la mañana y viernes por la tarde, en vuelo desde Múnich hasta Sofía o viceversa, puede uno ver la cantidad de personas jóvenes que se trasladan en ambas direcciones para trabajar o dirigir una filial.


Probablemente el atractivo más importante para muchos son las ventajas fiscales. Con un impuesto fijo del 10% sobre la renta, el país tiene uno de los sistemas fiscales más atractivos de Europa. Lo mismo ocurre con los impuestos a las ganancias al capital. El sistema impositivo está diseñado para atraer capital extranjero. En general, vivir y trabajar en un sector internacional -y competitivo- desde Bulgaria permite disfrutar de una alta calidad de vida a un costo menor que en países de Europa occidental. La fragilidad del sistema (sanitario, empresarial, etc.) es el riesgo que uno debe evaluar.


Bulgaria como destino para retirarse


Para quienes buscan un lugar tranquilo y asequible para disfrutar de su jubilación, Bulgaria se está posicionando como una opción ideal.


El costo de vida es bajo, y con una pensión promedio europea occidental, se puede llevar un estilo de vida cómodo, sobre todo en los pueblos y ciudades menores. La vivienda, los alimentos y los servicios suelen ser más baratos que en Europa occidental. Hay muchas experiencias compartidas online por gente que se mudó al país, sobre todo a las zonas rurales, durante las restricciones durante la pandemia del Corona virus.


Al tener un clima muy diverso, es muy atractivo como complemento para la residencia original de los pensionistas. el país ofrece un clima continental con inviernos fríos y veranos cálidos. Las regiones costeras, como el Mar Negro, tienen temperaturas más suaves y suelen ser más tranquilas en la temporada baja.

Atención con el sistema sanitario, que no alcanza los estándares de algunos países occidentales. Es verdad que la atención sanitaria es adecuada, con hospitales y clínicas privadas a precios razonables. Pero, aquí yo prefiero un seguro privado complementario a la cobertura en país de origen. Hay que investigar clínicas específicas con antelación para no sorprenderse por lo variado de la calidad.


La comunidad internacional es pequeña y sigue creciendo. Hay algunos hispanohablantes compartiendo su experiencia de vida online, sobre todo en ciudades como Sofía, Plovdiv y Varna, donde hay una creciente comunidad de expatriados, facilitando la integración. Muchas personas, como es mi caso, eligen mudarse a pueblos pequeños o zonas rurales, donde el ritmo de vida es más relajado y el entorno natural es espectacular.


En otros post, elaboro sobre los aspectos sociales y culturales que un extranjero debería tener en cuenta cuando vive en Bulgaria. Abajo, un interesante video que describe el país. Tiene pequeñas imprecisiones, pero es un muy buen resumen para un extranjero.



 
 
 

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